Ya pasaron tres años desde la partida física de Nathalie, digo física porque aunque ella no este con nosotros en este mundo, su presencia sigue vigente en nuestros corazones y nuestras memorias luego de tantas experiencias a su lado. Nunca vamos a olvidarnos de la niñita colochita que se paraba sobre las mesas del salón de clases para alegrarnos el día con su imitación de Gloria Trevi, mientras cantaba "el pelo suelto".
Las veces cuando en el parque cerca de su casa, los vecinos ponían alambre de púas a los "palos" de Guayaba para que los niños y los animales no se subieran y "maltrataran" los árboles (sí, esa era la forma para evitar el maltrato a los palitos) y la forma en que ella reaccionaba y nos animaba a quitar los alambres de los troncos, hasta que los arrancabamos totalmente. No sé cuantas veces sus vecinos pusieron los alambres, tampoco cuantas veces los quitamos, pero solo me recuerdo de la preocupación de Nathalie por los palitos. Ahh, recuerdos!!!
Que linda es la memoria que nos permite volver a recordar y a vivir, gracias Nathalie por ser parte de estos inolvidables recuerdos.
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